Opinión Jurídica Vol. 01, núm. 01 (2002)http://hdl.handle.net/11407/18102024-03-29T11:16:39Z2024-03-29T11:16:39ZPrincipialística procesal penal colombianahttp://hdl.handle.net/11407/18022020-05-27T22:51:52ZPrincipialística procesal penal colombiana
En los textos de Derecho Procesal Penal colombiano se echa de menos un apartado sobre el título preliminar del Código de Procedimiento Penal, no sabemos si por el puro procedimentalismo de las mismas, sea por abandonar la conceptualización de la normatividad rectora a la teoría general del proceso y/o a la filosofía del Derecho Procesal. Cualquiera sea la razón, no puede menos de sorprendernos el ''desprecio'' por el título preliminar, teniendo en cuenta lo establecido por el artículo 22 del mismo cuando expresa: ''Las normas rectoras son obligatorias y prevalecen sobre cualquiera otra disposición de este código. Serán utilizadas como fundamento de interpretación''.
¿Justicia penal universal?http://hdl.handle.net/11407/17922020-05-27T20:50:59Z¿Justicia penal universal?
Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, los países vencedores decidieron juzgar a quienes habían organizado la hecatombe que le costó al Mundo cincuenta y cinco millones de muertos, destrucción gigantesca y un número similar de heridos en combate y víctimas civiles. Se llegó a la conclusión (de simple sentido común), que los Estados son unas simples abstracciones jurídicas, entelequias abstractas, en tanto que quienes habían desencadenado la guerra eran personas naturales concretas que, en gran parte, habían sido capturadas por los vencedores.
Docencia e investigaciónhttp://hdl.handle.net/11407/17872020-05-27T23:32:16ZDocencia e investigación
Adelantar el diagnóstico objetivo de nuestra propia realidad como espacio histórico social concreto resulta crucial, no sólo para precisar el sentido de nuestro quehacer existencial, sino también en orden a definir quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos.
A propósito de una nueva paternidad: el ejemplo Tonyhttp://hdl.handle.net/11407/17752020-05-27T23:29:44ZA propósito de una nueva paternidad: el ejemplo Tony
Tony Blair, primer ministro del muy tradicional pueblo inglés, está dando un ejemplo de lo que debería empezar a significar la paternidad en los albores del tercer milenio. Tony Blair, el político, está sacando tiempo para estar con su pequeño hijo recién nacido. Se hace excusar de múltiples eventos propios de sus funciones y de las muy importantes cumbres internacionales. Conociendo la importancia de su cargo en el gobierno y su imagen en los medios, es una actitud portadora de mucho significado para el nuevo siglo que deja indicar que toma su paternidad con seriedad y mucho compromiso. De hecho ya los medios, las mujeres, las feministas y algunos hombres están hablando, a partir del modelo Tony, de la posibilidad de reivindicar una verdadera licencia de paternidad. No como en Colombia: dos días o tres para festejar con los amigos una paternidad que durante mucho tiempo no hacía sino connotar una cultura de la virilidad. No. Me refiero a quince días y, por qué no, dos meses –en los países nórdicos son nueve meses que toma la madre o el padre– para iniciarse en la dura práctica de ser un padre moderno. Con esto me refiero a descubrir una nueva vida, desde la posibilidad de estar allí, desde la mirada amorosa sobre ese nuevo ser, desde la caricia durante el baño, desde la levantada nocturna para un tetero mientras su compañera descansa, desde lo que debería significar una ética del cuidado del otro, a la otra, que no puede seguir siendo un ejercicio cotidiano solo a cargo de las mujeres.