Nosotros los seres humanos en el afán de controlar nuestro entorno natural durante décadas hemos implementado productos tóxicos en contra de muchas especies con alta capacidad de defoliación como la hormiga arriera, lo que parece no importarnos son las consecuencias negativas de estas prácticas que con el tiempo no solo desestabilizan la forma de vida de la hormiga sino que el terreno va perdiendo fertilidad. La Universidad de Medellín ha logrado con el apoyo de Colciencias y de las empresas que producen bioinsumos ingresar al interior de esta problemática, por ello se han venido desarrollando productos en forma de cebos naturales, con extractos vegetales, microbianos y atrayentes, que puede ser llevado a campo y cumplir su función. Este cebo es preferido por la hormiga inclusive mucho más que su alimento y ellas mismas se encargan de llevarlo al nido haciendo que el control sea más específico y más sencillo, sin la utilización de productos tóxicos.