Virus, parásitos y ordenadores. El tercer hemisferio del cerebro (continuación) (Ollivier Dyens)
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Autor
Paláu Castaño, Luis Alfonso
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Resumen
Traducción del francés al español de Luis Alfonso Paláu-Castaño
«Comencemos por asentar como premisa que el hecho de no tener control de lo que sentimos, experimentamos, vemos e incluso producimos, no niega la capacidad de experimentar placer, alegría, melancolía y trascendencia (y que el experimentarlo tampoco es signo de libre arbitrio; muchos mamíferos y ovíparos poseen numerosos mecanismos de control de sus emociones que no tienen otro objetivo que la sobrevivencia). Que nuestros sistemas reaccionen de manera automática a lo que nosotros creemos que son emociones excepcionales, y que esos mismos sistemas nos bañen en océanos químicos para apreciarlas, no cuestiona el valor de aquellas. El libre arbitrio no es un principio supremo o absoluto. No es la clave de la legitimidad. Nadie va a cuestionar el automatismo de muchos de nuestras reacciones físicas; esto no nos impide apreciar su eficacia y su necesidad.»